El espacio recreativo, el contemplativo, el lúdico, el efímero apropiable, el cultural, el verde, el dinámico; estos y más son los adjetivos que podríamos buscar para la descripción del espacio público en el siglo 21.

¿Qué es espacio público en el siglo 21? ¿Es virtual? ¡Se podría decir que sí!, ya que los puntos de encuentro mayores son las redes sociales, que vienen a ser como plazas de Facebook, o parques Facebook, plaza “Instagram”, o estación «SnapChat».

Entonces, la percepción del entorno físico es poco importante, porque accedemos a este lugar de concentración de ideas, el antigua ágora, y al mismo tiempo nos permite sociabilidad, comercio, ofrecer nuestros productos y servicios, y buscar trabajo. Coordinar prácticamente todo. Muchos trámites también se realizan por redes sociales.

¿Cuál debería ser entonces la materialidad del espacio público? Quizás no tener una, sino ¡tener miles! Para esto necesitamos que la misma se adapte a lo que sus usuarios reales se encuentran haciendo en la plataforma virtual.

¿Estás tomando una “selfie”? Entonces tu fondo real es un set escenográfico. Y así se transforma el espacio urbano. ¿Estás buscando información en Google?, entonces tu fondo se transforma en una biblioteca. ¿Estás buscando comidas o películas?, entonces tu fondo es un patio de comida o un «mega center». ¿Estas coqueteando con una chica?, tu fondo es una plaza, o parque, o un restaurante, o el lugar de tu preferencia romántica.

El punto es que el espacio público debe acompañar al virtual, siendo virtual, y mutante en la realidad.