De todos los sentidos con los que experimentamos los espacios que nos rodean, quien tiene mayor importancia al determinar si un espacio es de nuestro agrado o desagrado, es el sentido del olfato. Muchas veces lo menospreciamos como sentido de importancia magna para la lectura sensorial del espacio que nos rodea, pero lo es.

El olfato está relacionado con la memoria, y esta última es muy importante cuando ingresamos a un lugar en el que nunca antes estuvimos.

O muchas veces entramos a un lugar, y el olor nos hace recuerdo a antigüedad o novedad. Por ejemplo, la madera trae siempre recuerdos pasados, y el metal o plástico a algo más futuro. El cuero, al rancho o la finca. El olor de flores, a nuestras casas o visitas pasadas.

Nuestro cerebro trabaja así. Quiere siempre recordar aunque esté en un lugar nuevo. El olor es parte fundamental de esa experiencia

El gusto viene muy relacionado con el olfato; si deseas imaginar un espacio con los ojos cerrados, y sólo probando su sabor, ¿cómo lo lograrías?